viernes, junio 11, 2010

Mindo, pura adrenalina


Mindo, es un bosque de refugio de 19.200 hectáreas con una excepcional flora, fauna, riqueza botánica y deportes extremos. Este paraíso escondido se extiende desde las paredes empinadas del Guagua Pichincha, hasta la selva subtropical del noroccidente de la capital. Es único en variedades y especies, y su objetivo es el desarrollo del turismo ecológico sustentable, conjuntamente con la preservación del ambiente.

No es extraño encontrar en sus calles turistas extranjeros y nacionales enamorados de sus paisajes. Es el caso de Brayan Colin, un canadiense que conoció este paraíso por medio del internet, después de unos meses junto a sus amigos decidió viajar al Ecuador y conocer sus riquezas.

Así como Brayan miles de turistas visitan el bosque nublado de Mindo. Poseedor una gran maravilla natural y animal única en el mundo. Son tantos los atractivos naturales que posee este lugar, que nos contactamos con Henry Patiño, guía turístico del medio, para aprovechar muy bien el día y no dejar escapar ningún detalle.

La primera estación en nuestro gran recorrido fue el Mariposario. Maravillosas y exclusivas especies de mariposas únicas en el mundo, revoloteaban alrededor de nosotros, exhibiendo su gama de colores y piruetas en el aire. El vuelo de estas hacen del lugar, un arcoíris en donde los colores se confunden y encantan al turista. Para Jenny, una turista holandesa, este tipo de espectáculos no son comunes, y más que en su cámara las imágenes quedarán grabadas en su memoria.

Parte de las actividades de la población se relacionan con el área turística de este ecosistema natural. Los deportes extremos han sido una de los ingresos económicos más fuertes en los últimos años.

Para conocer otra parte de su paisaje nos aventuramos al tubing, más conocido como la Regatas, en el río mindo. A quince minutos en carro de la plaza central se encuentra la partida de este deporte, que atrae a grandes y pequeños.

Un chaleco salvavidas, un casco protector y las agallas de ir río abajo, son los elementos indispensables para iniciar el recorrido. El descenso lo hacen en un juego de boyas, con las cuales forman una embarcación mínimo de 6 personas. La barca navega arrastrada por la corriente, mientras los guías contralan la dirección de la misma.

El resultado es un movimiento similar al de las montañas rusas, sube y baja, y en medio río la gran “licuadora”, una especie de remolino que moja por completo a los viajeros. Velocidad, movimiento, angustia de caer al agua y un gran chapuzón al final, son los alicientes que definen a este deporte como una “gran aventura”.

Pero sin duda otra de las experiencias más apasionantes para descubrir el gran paisaje que posee Mindo, es a través del Canopy, uno de los deportes de aventura más atractivos del planeta.

Hugo Lino Uñate, es el propietario de 20 hectáreas de bosque, en las cuales formó su empresa de Ecoturismo, e instaló 12 cables como una forma única de observar la flora y fauna de la zona con un recorrido de 3600 metros.

Como todo deporte de aventura la seguridad debe ser extrema. Antes del recorrido el guía coloca un arnés, casco y guantes. Antes de iniciar el trayecto el guía da las últimas instrucciones. “No poner en ningún momento la mano frente a la polea, es lo más importante de todo. La posición es pies cruzados y rodillas levantadas. Una mano en la dinga y la mano más fuerte siempre va en el cable, esta mano sirve como freno y balance”, dice Gerardo Sánchez

En la primera experiencia se mezcla el miedo y la adrenalina. Pero al mismo tiempo es una satisfacción volar a 50 metros de altura y a una velocidad de 80 Km xh. Este deporte nace en 1992 de dos canadienses que viajan a Costa Rica para emprender este proyecto. Su objetivo era ascender y estudiar el dosel (la copa de los árboles), la flora y la fauna desde las alturas sin irrumpir en ella. Sostenían que desde arriba se hace menos ruido y se puede apreciar más la naturaleza. De esta idea nace el canopy de aventura para las personas que gustan de las alturas y la adrenalina.

El equipo de cada persona es capaz de transportar hasta 400 libras de peso. El canopy es ideal para practicarlo entre familia y amigos. El guía sostiene que lo practican desde niños de dos años hasta personas de 75 años.

Después de haber templado los nervios, estamos listos para realizar las distintas piruetas en el canopy. El canguro, consiste en mover el cable para que el turista sienta la gravedad. Con la práctica se pueden realizar distintas acrobacias como: la mariposa, superman o el murciélago.

Este deporte permite descubrir y volar sobre el bosque brindando la increíble sensación de volar, contemplando paisajes que serían imposibles de apreciar desde tierra.

Así es Mindo, lleno de adrenalina y fantasía.

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