miércoles, mayo 19, 2010

En el fútbol, nada está escrito


Es jueves 10h00 y la alfombra verde del estadio de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro (ESMIL), espera a los jugadores del Club Deportivo de la Universidad Católica para su entrenamiento diario.

Entre el amarillo, el azul y el rojo, se mezclan los colores con los uniformes de los camaratas en la cancha. El entrenamiento empieza con una breve charla técnica en la mitad del campo de juego por parte del equipo técnico, encabezado por Fernando Díaz, Director Técnico del conjunto.

A tres días del encuentro con el Macará, la alimentación e hidratación de los jugadores es más estricta. Jaime Flores, médico del club, sostiene que los hidratos de carbono y bebidas hidratantes como el gatorade y pedialite, son elementos muy importantes para el buen desempeño en la región costa.

Terminada la charla técnica, el inconfundible acento uruguayo del preparador físico, Carlos Roque, se escucha hasta la tribuna del estadio donde se encuentra la prensa. “Empezaremos con un ligero trote alrededor de la cancha”, grita Roque a los jugadores. El volante, Cristian Hermosillo, encabeza el grupo, y entre risas y trote, termina la actividad, para empezar el calentamiento de aductores, brazos, piernas, y tobillos.

Mientras la chatoleí trabaja en su físico,Vinicio Luna, Coordinador del Equipo, ajusta los últimos detalles logísticos por su celular, para el partido del domingo contra los Celestes. ”Siempre nos concentramos 24 horas antes del partido. Es un partido difícil, pero estamos preparados psicológica y tácticamente”, sostiene Luna.

Terminado el trabajo físico, los jugadores del trencito azul son divididos en tres grupos para realizar ejercicios técnicos. En el lado de la cancha sur, Manuel Dolores, preparador de arqueros, inicia su jornada con ejercicios de velocidad y reacción con Chistian Mora a la cabeza, Luis Pretty y el tercer arquero suplente Jiovanni Velázquez.

En el lado norte de la cancha los conos tomates forman un triángulo, para el ejercicio de defensa acción, reacción y repiqueteo de los volantes Hermosilla, Baguí, Guerra, Soledispa y Nuñez.

Mientras el cielo empieza a despejarse, termina el trabajo táctico para las jugadas del domingo. Para finalizar la jornada, utileros del equipo, colocan los arcos movibles a lo ancho de la cancha en el sector sur. Hans Ortega, asistente técnico, divide el equipo en dos. Chalecos verdes y tomates se distinguen en la cancha y empieza el partido.

Figuras como Luis Celly, son jugadores juveniles, que buscan constantemente un lugar en el equipo de primera. Celly, a sus 18 años, forma parte de los camaratas y el DT, Díaz, expresa que tiene un gran futuro. “Figuras jóvenes, es lo que buscamos. Son elementos que le dan respiro al equipo. Experiencia como la de Mora y entrega de juveniles como Celly, con la combinación perfecta en un equipo”, sostiene Díaz.

Entre goles, jugadas y risas, termina el entrenamiento, esperando el domingo hacer un buen partido y dejar todo en la cancha. “En el fútbol, nada esta escrito”, sostiene el camarata Juan Aguinaga.

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