viernes, mayo 14, 2010

Inmigrantes chinos llegan a Ecuador por mejorar su calidad de vida

Wang Kong de nacionalidad china llegó al Ecuador en busca de una mejor vida hace 12 años. Emigró de su país por la falta de empleo, con el su sueño de tener una mejor posición económica en nuestro país. Actualmente está casado con Rocío Duque, una ecuatoriana con la cual tiene dos hijos. Su estancia en el Ecuador no sólo le llevó a tener una familia, en la actualidad tiene un restaurante de comida china en el sector de Carcelén llamado chifa Tin An.

Así como Kong, existen centenares de Chinos en el Ecuador. La inmigración de esta población asiática en el país, se evidenció desde 1870 cuando llegaron los primeros emigrantes y se ubicaron en las zonas costeras del país. Sin embargo, para el año de 1889 el presidente Antonio Flores Jijón, prohibió el ingreso de los chinos con un trasfondo racista y por la amenaza que generaba el éxito de sus negocios.

Jorge Aguirre, sociólogo, sostiene que el motivo de la inmigración se debe a la sobre población que existe en ese país. “La gente en china en su gran mayoría es pobre, y busca otras fronteras para desarrollarse y obtener un mejor nivel de vida”, sostiene Aguirre.

La población china que reside actualmente en el país, supera casi 30 veces más de lo que se registró en el 2007. Según la Dirección de Migración de la Policía, en este año ingresaron 339 chinos, pero para junio del 2008 la cifra se elevó a 9.921 como consecuencia del decreto del gobierno del presidente Rafael Correa, en donde el Ecuador se convirtió en el primer país de Sudamérica en eliminar la visa de ingreso de todos los extranjeros al país, con una estancia de 90 días.

Inmigrantes Chinos consideraron el retiro del visado como una oportunidad para usar a Ecuador como escala a otros países, especialmente Estados Unidos y países de Europa. Es así que para noviembre del 2008 ingresaron al Ecuador 10.638 chinos y sólo salieron 3.941. Ante este hecho, el gobierno de China y el gobierno de Ecuador acordaron medidas para el control de ingreso a nuestro país. La principal resolución fue un pasaporte con vigencia de seis meses y la compra de paquetes turísticos por parte de los ciudadanos chinos, con la aprobación de autoridades ecuatorianas, una carta de la agencia de viajes y la solicitud de viaje con la respectiva foto.

Con el paso de los años la mayoría de los inmigrantes asiáticos trabajan en negocios propios como comerciales de ropa, zapatos, electrodomésticos o artículos para el hogar, además de negocios de comida china o consultorios de acupuntura y medicina. Sin embargo, el mayor ingreso que tienen son los negocios comerciales. Locales de ropa barata y cosas curiosas se encuentran en todas partes. En la ciudad de Quito la gran mayoría de locales se encuentran en la Av. Amazonas y 10 de Agosto y en el sector del Tejar, más conocido como Ipiales.

Según Aguirre, la sociedad china, es una de las más trabajadoras e influyentes en el mundo. “Los chinos son como los judíos: saben trabajar, son empeñosos, unidos, viven con lo mínimo y saben ahorrar, lo que les permite atesorar recursos ”, sostiene Aguirre.

Mariana Beltrán, trabaja en el almacén 8 y 8, perteneciente a Nian Ji-Jei en el sector del Tejar. Lleva trabajando 5 años para Ji-Jie y se ha acoplado con el tiempo a su idioma y costumbres. Según la trabajadora las ventas son altas, ya que sólo venden al por mayor. “Trabajar con chinos, es una experiencia muy buena. Además, Nian es una excelente persona y reconoce mi trabajo”, sostiene Beltrán. Así como esta trabajadora, muchos ecuatorianos trabajan para la comunidad china.

Pero así como unos trabajan, otros se quedan sin trabajo. Es el caso de Mariana Valestro, comerciante de Ipilaes. Mariana, sostiene que los negocios chinos han equiparado la mayoría de la plaza comercial.”Los chinos venden la mercadería a bajísimos precios, y la gente los prefiere”, dice Velestro. En esta zona, hasta los arrendatarios de locales los prefieren, ya que pagan tres veces más el valor real de un local.

Pese a esto, Jenny Díaz, Agente Afianzada de Aduanas, sostiene que la recarga arancelaria en la importación de la mercadería de $12 por la importación de cada kilo de ropa y textiles, y de $10 por cada par de zapatos, está disminuyendo a los comerciantes chinos.

En la mayoría de las ciudades del Ecuador la comunidad china se ha hecho presente. En muchos lugares ha desplazado al comercio ecuatoriano, pero por otro ha generado fuentes de trabajo para el país. Mediante negocios, tradiciones, idioma y cultura, poco a poco esta población asiática ha ido tomando fuerza en el Ecuador, pese a todas las dificultades que se le presenten.

No hay comentarios.: